Un jefe de policía está por lo general a cargo de todo el departamento. No suele ser una persona que también tenga un segundo trabajo, pero el jefe de policía de Elgin sí lo tiene.
Desde julio de 2018, Ana Lalley es la jefa del departamento de policía de Elgin, formando parte del departamento desde marzo de 1996. A su vez, trabaja como profesora de Justicia Penal en Elgin Community College, cargo que ocupa desde el 2008.
De acuerdo a Lalley, este rol dual ha sido una experiencia satisfactoria, ya que le ha brindado una forma única para poder retribuir a la comunidad. De igual manera, ella disfruta ver a los estudiantes que han pasado por su aula en ECC ir a trabajar para el departamento de policía.
“Ellos son adultos jóvenes, y yo los veo transicionando a este papel de policía”, dijo Lalley. “Y esa es la parte de la enseñanza. Me encanta retribuir y me encanta enseñarle a las futuras generaciones. Me encanta brindar esas oportunidades a personas que yo no necesariamente tuve”.
Lalley, atendió a Illinois State University, y originalmente ella quería asistir a la facultad de derecho para convertirse en abogada. Finalmente se dió cuenta de que ese no era el camino que ella quería tomar.
“Decidí que no quería estar sentada detrás del escritorio todo el día, aunque mucho de lo que hago hoy [como jefe de policía] es administrativo”, mencionó Lalley.
Poco después, Lalley vió un folleto en ISU donde estaban reclutando personas para empleo en el departamento de policía en Elgin.
“El departamento de policía de Elgin fue el único lugar donde hice la prueba”, dijo Lalley. “Yo crecí en Streamwood, que está justo al lado de Elgin, asi que sabia de lo que se trataba Elgin. Eso es lo que me llevó a hacer mi carrera aquí”.
A Lalley le encanta la parte investigativa del trabajo policial, incluidos los aspectos de casos sin resolver y llevar las investigaciones hasta su fin.
También tiene su propio lema con el que intenta vivir mientras trabaja en las fuerzas del orden.
“Cuando me convertí en oficial de policía, era muy importante que dejáramos los lugares mejores que cuando llegamos”, dijo Lalley.
Lalley obtuvo su maestría en Justicia Criminal y Administración en la Universidad de Loyola en el 2002 mientras trabajaba como oficial de turno a la media noche. Años más tarde obtuvo su maestría en Seguridad Nacional de la Escuela Naval de Postgrado en Monterrey, California.
En 2008, el entonces investigador de narcóticos del Departamento de Policía de Elgin, Frank Trost, era también profesor de Justicia Criminal en ECC. Trost le dijo a Lalley que ECC estaba buscando más profesores para Justicia Criminal. La siguiente cosa que ella supo fue que ya estaba enseñando.
“Entré y tuve una especie de entrevista”, dijo Lalley. “[ellos preguntaron] por qué quería enseñar, qué creía, qué pensaba, y qué podía aportar a la escuela. Y así empecé a enseñar”.
Lalley menciona que rápidamente ella encontró este nuevo rol como una forma interesante para conectar con las nuevas generaciones y aprender más de ellos.
“Durante estos últimos 15 años de enseñanza, ha sido sorprendente ver a los diferentes tipos de estudiantes, y por qué las personas están en el programa de justicia penal”, dijo Lalley. “Cuando comencé a enseñar, inicialmente se trataba de la seguridad del trabajo… pero en los últimos años se ha convertido más en una inspiración para las personas que quieren mejorar su comunidad”.
Lalley siempre comienza su primer día de clase preguntando a sus estudiantes, cuáles son sus aspiraciones y dónde se ven a ellos mismos en cinco años.
“Cuando ellos están en este campo, ellos quieren trabajar en el departamento de policía, también quieren están en el equipo SWAT o quieren ser oficiales K-9”,dijo Lalley. “Y cuando profundizas un poco más ellos también quieren ser parte de la comunidad, deseando poder ayudar a las personas en su comunidad”.
En el 2011, ECC otorgó a Lalley el premio “Servicio a los Estudiantes” [Service to Students] por su dedicación a los estudiantes de ECC. Ella fue quien ayudó a dar forma al programa de Justicia Penal en función de las apretadas agendas de los estudiantes y a su vez los ayudó dándoles simulacros de pruebas POWER, la prueba física requerida para convertirse en oficial de policía en Illinois.
“Las cosas que haces no son para recibir elogios, aunque es agradable recibirlos”, dijo Lalley. “Literalmente se trata de mejorar las cosas para las personas que vivirán después de mi, mejorar las cosas para la comunidad, mejorar las cosas para los oficiales de aquí”.
Los roles de Lalley como jefe de policía y profesor, a menudo se confunden. Los estudiantes con frecuencia le piden ayuda a la policía con cosas que no están relacionada con la clase, y ella les indica la dirección correcta.
“Estás en un salón de clases con estudiantes por 16 semanas, tu alcanzas a conocerlos”, mencionó Lalley. “Ellos tienen familias. Yo tuve estudiantes que me preguntaban sobre algún familiar, y si tengo la posibilidad de brindarles esos recursos, eso para mi es muy satisfactorio”.
Gracias a Lalley, los jóvenes estudiantes que de algún modo se habrían sentido intimidados para acudir al departamento de policía en busca de recursos, ahora están conectando con ellos.
“Estamos allí para inspirar [a los estudiantes] en cualquier carrera que elijan, pero también estamos allí si tienen algo por lo que están pasando”, mencionó Lalley.
Por más gratificante que pueda ser, ser profesor y al mismo tiempo desempeñar un papel tan destacado como Jefe de Policía, puede tener sus desafíos, comentó Lalley.
“Cuando sucede algo en el Departamento de Policía en Elgin, los estudiantes (nos siguen en Facebook, leen el periódico), entonces recibo preguntas como, ¿qué está pasando?’, ya sea sobre un incidente criminal o algo que esté sucediendo”, dijo Lalley.
Lalley no recibía esas preguntas de los estudiantes cuando era comandante, teniente, o sargento. Como jefa, ahora recibe esas preguntas y trata de ser lo más transparente posible sobre el departamento con sus estudiantes.
Este aspecto de su doble función entró en juego el Sindicato de Policía de Elgin, completó un voto formal de censura contra ella el 7 de noviembre de 2022. Fue noticia de primera plana en todo el área de Chicago una semana después, y Lalley tenía una clase que enseñar esa noche.
“Sabía que los estudiantes estaban leyendo sobre lo que estaba pasando”, dijo Lalley. “Y fuí muy transparente al respecto. Entré y dije: ‘esto es lo que pasó, y estamos trabajando en algunas cosas con el sindicato’”.
Lalley quería mencionarlo antes que sus alumnos para mostrar su dedicación a la transparencia. Dijo que su trabajo es representar bien al departamento de policía, incluso cuando suceden cosas que la afecten personalmente.
Desde entonces, Lalley dice que la mayor preocupación para el Departamento de Policía de Elgin ha sido un aumento en las llamadas de salud mental. Como resultado, el departamento ha puesto en marcha la Unidad de Servicios Colaborativos de Crisis.
Esta unidad especial reúne a profesionales capacitados en salud mental, con agentes de policía.
“Si tenemos a una persona con angustia emocional, podemos brindarle recursos de inmediato”, dijo Lalley. “99% de nuestros oficiales aquí, los que no están en la academia o son nuevos, están capacitados en intervención de crisis”.
El departamento también cuenta con un programa llamado ICAT, o Integración, Comunicaciones, Evaluación y Tácticas. Según La Ley, este programa destaca la importancia de frenar una situación, evaluarla y desescalarla.
“Queremos que los miembros de nuestra comunidad estén seguros, y queremos que los oficiales estén seguros”, dijo Lalley. “Cuando las personas están en crisis, tú no quieres escalar la situación”.
El Departamento de Policía de Elgin también ha exigido que sus agentes lleven cámaras corporales desde 2016.
Otra cosa importante para el departamento de policía es la participación comunitaria. En Halloween, el departamento tuvo una jornada de puertas abiertas donde los niños vinieron a la estación a pedir dulces.
“Esas interacciones de conocer a esos niños pequeños que son el futuro de Elgin y tener una interacción positiva con un oficial de policía, eso es lo que estamos tratando de hacer”, dijo Lalley. “No se trata necesariamente del evento; se trata de las relaciones que queremos construir con nuestra comunidad. La comunidad es nuestra principal prioridad”.
Lalley también ve estos eventos como una forma para que la comunidad plantee las inquietudes que puedan tener sobre el departamento de policía.
“Es más fácil decirle a alguien que no estás contento con el departamento de policía cuando estás en un ambiente neutral”, dijo Lalley. “Ya sea en un evento o sentado tomando un café, esas han sido las mejores conversaciones. Esas son las conversaciones que nos han impulsado a hacer las cosas de manera diferente aquí, a hacer las cosas mejor”.
A Lalley también le complace ver a muchos de sus estudiantes asistir a los eventos comunitarios.
“Es asombroso, porque me conocen no sólo como el jefe de policía, sino también como su instructor”, dijo Lalley. “Y ahora están allí con cinco de sus amigos que tal vez pensaron: ‘Ah, no sé si alguna vez saludaría a un oficial de policía’. Ahora están construyendo ese puente donde dirán: ‘ oh, ella era mi instructora’ o ‘Conocí a este oficial de policía en un evento’”.
A nivel personal, Lalley no tiene dudas sobre cómo ve su futuro y reiteró su lema.
“Sea lo que sea que haga en el futuro, será seguir dejando las cosas mejor de lo que eran y apreciar a las personas por lo que son”, dijo Lalley.